Las grasas se encuentran en muchos diferentes tipos de alimentos, pero no todas las grasas son iguales. Son los tipos específicos de grasa que determinan si es saludable o no. Una cantidad moderada de grasas buenas en tu dieta puede ser beneficiosa para tu cuerpo. Sin embargo, comer demasiada grasa mala puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como un ataque cardíaco y un derrame cerebral.
Las grasas buenas se encuentran en alimentos como el aguacate, el salmón y algunos pescados, en muchos frutos secos y semillas, y en algunos aceites como el de oliva, sésamo, semilla de uva, y girasol.
Las grasas saturadas o malas, es mejor comerlas en cantidades muy limitadas. Las grasas saturadas se pueden encontrar principalmente en productos animales, como grasas animales. Algunos productos horneados y fritos también pueden contener grasas saturadas, al igual que el aceite de palma, el aceite de semilla de palma y el aceite de coco.
Las grasas trans, que son las menos saludables de todas, se encuentran principalmente en alimentos que contienen aceites parcialmente hidrogenados, comúnmente abreviados como PHO, como resultado de la cómo se fabricaron estos alimentos. Puedes encontrar "aceite parcialmente hidrogenado" o "PHO" en la etiqueta de los alimentos que contienen grasas trans, pero las grasas trans también pueden estar presentes en productos horneados y fritos que no tienen etiquetas nutricionales.
Tanto las grasas saturadas como las grasas trans pueden elevar tu LDL o colesterol malo. Las Pautas Dietéticas 2015-2020 para Americanos recomiendan reducir el consumo de grasas saturadas a menos del 10 por ciento de las calorías por día.